Todo sobre la Flor de Pascua
Cuando llega la Navidad, la Flor de Pascua engalana escaparates y hogares con sus llamativos colores. Y es que es, junto al acebo y el muérdago, la planta más típica para la decoración navideña.
La Flor de Pascua es una hermosa planta que requiere de algunos cuidados muy específicos para brillar con todo su esplendor en las festividades. Te contamos todo sobre la Flor de Pascua para que sea la reina de tu hogar estas navidades.
¿Por qué se regala la Flor de Pascua para Navidad?
La Flor de Pascua es una planta que sólo florece en el mes de diciembre, exhibiendo unos brillantes pétalos de color rojo y verde oscuro que casan muy bien con el ambiente navideño. Además, los colores rojo y verde representan el amor y la esperanza, respectivamente.
Si ahondamos más, descubrimos que la Flor de Pascua es nativa de Mesoamérica, de un pequeño árbol cuyas flores son las pequeñas bolitas de color dorado y rojizo que se encuentran en el centro de las brácteas.
Por otro lado, sus hojas tienen un aspecto dentado y de color verde oscuro, tornándose rojas durate la etapa de florecimiento, que ocurre en el mes de diciembre. Para ello, es muy importante que la planta no reciba luz durante 12 horas desde octubre hasta principios de diciembre.
¿Dónde se debe colocar la Flor de Pascua?
Lo más recomendable es colocar la Flor de Pascua en un lugar orientado hacia las ventanas donde pueda disfrutar de luz indirecta y evitando corrientes frías. Tampoco debe exponerse a temperaturas inferiores a 20 ºC durante el día.
¿Qué cuidados necesita la Flor de Pascua?
A la hora de comprar una Flor de Pascua es importante fijarse en que no haya demasiadas florecillas maduras en el corazón de las brácteas: cuantas más tenga, menos durará la planta. También conviene comprobar que no hay tallos podridos o rotos, manchas en las hojas y otros signos de enfermedad.
Además de este consejo, conviene conocer los cuidados básicos de la Flor de Pascua, como la tierra que necesita, cada cuánto tiempo se riega o si se debe o no podar.
¿Cada cuánto se riega?
Al contrario que ocurre con la mayoría de las plantas, la Flor de Pascua necesita menos agua en verano, y con menos frecuencia. Con regarla una vez a la semana será suficiente para mantenerla en buen estado. Las zonas más secas y cálidas de la planta deberán regarse con más frecuencia en verano.
En cuanto a la época de invierno, en esta época es conveniente regar la planta hasta dos veces por semana, preocupándonos de que el sustrato se mantenga siempre húmedo, sin llegar nunca a secarse por completo.
¿Se debe podar?
La mejor época para podar la Flor de Pascua es a finales de enero, ya que la planta ya habrá perdido todas sus hojas para entonces. Se puede podar dejando sólo seis centímetros de tallo y después, pasarla a otra maceta más grande y regarla sin abonar hasta que crezcan las hojas.
Cuando las nuevas hojas comienzan a aparecer, es el momento de abonar la planta. Para que estas hojas se pongan rojas, habrá que cubrir la planta con una bolsa negra y mantenerla en completa oscuridad durante 14 horas al día en los meses de septiembre, octubre y noviembre.
¿Qué tipo de tierra es la ideal?
Lo ideal es que tenga una tierra con buen drenaje para que no se produzcan encharcamientos, rica en sustancias orgánicas y con un poco de turba.
¿Cuáles son los problemas más comunes de la Flor de Pascua?
La Flor de Pascua es muy sensible a la mosca blanca, los pulgones, la araña roja y los ácaros. Estas son las principales plagas que atacan a esta planta durante su periodo de crecimiento activo, que tiene lugar en verano y en otoño.
Esta planta también es propensa a algunas enfermedades. Si está infectada por un virus, sus hojas tendrán manchas plateadas. Algunos hongos y patógenos, como el pythium y el rhizoctonia solana, pueden provocar que la base del tallo y las raíces se ennegrezcan y pudran. El moho gris o botritis puede originar este mal estado, sobre todo en condensaciones que se produzcan durante la noche.
Si la Flor de Pascua se encuentra en un ambiente demasiado seco o con una temperatura elevada, los bordes de las hojas se teñirán de amarillo, mientras que las corrientes de aire generan que toda la planta esté flácida.. Si las hojas se tornan completamente amarillas será porque la planta necesita un aporte extra de hierro. Si está en una estancia con mucho humo, las hojas se pueden arrugar y secar. Si las hojas se caen es porque no han tenido suficiente agua y luz, mientras que un exceso de agua puede provocar la caída de las hojas.
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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
