Secar flores y hojas

Sea para mantener su belleza intacta o para rememorar a alguien especial, la preservación de flores se ha popularizado y sus usos se han diversificado, así como las técnicas para secar la flor. En este post os hablaremos de 5 maneras caseras y fáciles para lograrlo.

Autora: Evie S.

 

1. El gel de silicio
Este gel sirve para absorber la humedad y es un material muy útil para nuestra misión. Si habéis comprado zapatos, bolsas u otros productos con caja seguro que dentro habéis encontrado una bolsita con unas bolas pequeñas: se trata del gel de silicio. Si conseguís reunir la cantidad suficiente para llenar un recipiente profundo, solo hará falta que enterréis las flores dentro –por ejemplo rosas– y las dejáis reposar durante una semana. Si no tenéis gel de silicio lo podéis comprar en las tiendas de artesanía y manualidades. Fácil, ¿verdad?

2. Boca abajo
Para emplear este método tendréis que cortar casi todo el tallo de las flores que queráis preservar. Una vez tengáis el ramo de flores preparado, necesitáis un hilo dental o cordón para sujetarlo bien (para aquellas flores que tienen pétalos grandes es mejor hacerlo de manera individual). Después lo tendréis que colgar boca abajo en un lugar seco y a la sombra durante unas dos o tres semanas, aproximadamente. Transcurrido este tiempo podéis comprobar si las flores están completamente secas y rociarlas con sellador floral -o laca- para potenciar la brillantez, además de aseguraros una capa protectora y resistente. ¡Et voilà!

3. Prensado
Seguramente la manera más sencilla de obtener flores secas. Mediante esta técnica conseguiréis que la flor quede con textura de papel, ideal para convertirlas en puntos de libro o ponerlas dentro de un marco de fotografías. Para hacerlo bien tendréis que colocar las flores dentro de papel vegetal o de diario y después en el interior de dos láminas de cartón. Buscáis el libro más grueso y pesado que tengáis por casa y dejáis caer todo el peso de este sobre las flores. Al cabo de una semana tendréis que reemplazar el papel vegetal o de diario y repetir la operación una semana más. Las flores más idóneas para esta técnica son aquellas con pétalos delgados pero grandes, como por ejemplo el geranio o el girasol.

4. Horno
Esta técnica permite mantener el volumen original de la flor y es ideal por aquellas flores con muchos pétalos, como por ejemplo los crisantemos. Lo primero que tendréis que hacer es cortar la flor por el tallo y colocarla en vertical dentro de una malla de gallinero u algun otro soporte vertical resistente al calor. Una vez dentro del horno, tendremos que mantener el horno a una temperatura de unos 40 grados durante un mínimo de 3 horas para que la flor vaya perdiendo humedad y se vaya deshidratando despacio. Como con la opción del secado cabeza abajo, recomendamos hacer uso del sellador floral o laca para conservarlas durante más tiempo.

5. Microondas
La opción exprés por excelencia: solo necesitaréis papel de cocina y dos objetos para hacer presión. Pensad que tienen que ser compatibles con el microondas, por eso recomendamos que lo hagáis con unas maderas o baldosas. Tendréis que colocar las flores en la posición que queréis que queden una vez se sequen. Cogéis las dos piezas y, como si fuera un sándwich, colocáis en el medio las flores, a los dos costados papel de cocina y después las dos piezas de prensado. Para aumentar la presión podéis ligarlas con unas bridas o cordeles. Una vez preparada, lo introducís al microondas durante 1 minuto a máxima potencia. Repetís la operación otra vez con papel nuevo, así consecutivamente hasta que las flores se hayan secado completamente.

Y vosotros, ¿conocíais estas técnicas? ¿Con qué flores las habéis probado? Dejádnoslo en los comentarios, nos encanta leeros!

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